El año 2020 ha marcado un antes y un después a nivel mundial. En marzo el planeta paró en seco literalmente y se restringió la movilidad de los ciudadanos para intentar contener la expansión del COVID-19. Uno de los sectores que se ha visto más afectado al ser dependiente de la movilidad del ciudadano es el sector turístico.
Partíamos del año 2019 en el que España recibió 82 millones de turistas internacionales. Este año, el informe de la consultora Simon-Kucher & Partners, estimaba que la pérdida de turistas en España ascendería a los 54 millones, lo que supondría 80.000 millones de euros menos en el sector y un descenso de un 5,3% en el PIB nacional.
El turismo cultural, que representa el 40% del turismo mundial, ha tenido que afrontar todos los retos que ha puesto sobre la mesa la pandemia durante el confinamiento, tras este, y de cara al futuro. ¿Su gran aliado?, las nuevas tecnologías.
La digitalización un arma frente al COVID
La digitalización del patrimonio cultural ha sido una de las grandes bazas para el sector de la cultura durante el COVID. Ante la necesidad de los viajeros de seguir conociendo lugares nuevos, y de que el confinamiento fuese lo más ameno posible, las webs oficiales de oficinas turísticas y museos habilitaron visitas virtuales de sus monumentos, sacándole más partido que nunca a los tours virtuales. Las posibilidades eran muy amplias: desde poder conocer la Sagrada Familia desde el salón de casa, a estar recorriendo un tramo del camino de Santiago.
El turista se ha refugiado, ante la imposibilidad de moverse de casa, en este tipo de actividades y ha tenido más contacto que nunca con las posibilidades que ofrecen las visitas virtuales en 3D y las experiencias inmersivas. Estas aventuras online que han sido muy efectivas a la hora de conseguir que la gente se evadiera a la vez que ampliaban sus conocimientos culturales. El poder romper las barreras del tiempo y el espacio en el mundo digital ofrecen a este tipo de actividades posibilidades infinitas.
Antes del caos, la aplicación de modelos y tours en 3D en el sector turístico estaba casi limitada a las estrategias de marketing para atraer a nuevos usuarios. Una primera toma de contacto digital con el lugar o monumento despertaba las ganas del viajero de conocerlo presencialmente y multiplicaba las conversiones de potenciales clientes.
Ahora, estos tours virtuales han cogido más peso y se están utilizando para más aplicaciones como, por ejemplo, evitar la aglomeración en espacios muy concurridos, o para ofrecer experiencias personalizadas a los usuarios.
De cara al futuro, la gran pregunta que surge es si la realidad virtual dejará de ser un complemento y empezará a ser destino. La RV abre un nuevo mundo, no solo por el COVID, sino también por la reinvención radical del sector turístico hacia un modelo más sostenible, algo que ya preocupaba antes de la pandemia.
Ir a un lugar, conocer a la gente, su gastronomía, sus lugares, sus olores… son experiencias que no pueden sustituir los tours de realidad virtual, pero sí podemos abrir la mente y aprender que hay otro tipo de turismo disponible a golpe de click.
Recorrer un castillo medieval con gente de la época acompañándonos por sus pasillos es una vivencia diferente que nos podría ofrecer este tipo de turismo; llegar a lugares que en el mundo real serían inaccesibles, o cuyo acceso físico podría dañar el patrimonio; conocer con lujo de detalle la historia de cada recoveco de un lugar; o visitar el patrimonio cultural de una ciudad como lo haría, por ejemplo, tu ídolo, es otra de las múltiples aplicaciones que ofrece esta nueva forma de visitar sitios.
La combinación de creatividad y tecnología permitirá al sector pensar en nuevas posibilidades que ofrecer al turista, a la vez que contribuyen con la sostenibilidad del medio ambiente y se consiguen ingresos para seguir manteniendo ese patrimonio.
Reinventarse ya no es solo una opción en el sector turístico
Al sector turístico le toca agarrarse de la mano de la tecnología y empezar a andar un nuevo camino juntas:
- Big-data y inteligencia artificial para obtener información de los viajeros y garantizar su seguridad.
- Presencia de robots en lugares físicos para tareas de desinfección y mantenimiento.
- La realidad virtual y aumentada, y la utilización de modelos y vídeos en 3D para, no solo seguir presentes en el pensamiento del futuro turista, sino para reinventar nuevas experiencias para seguir disfrutando de nuestro patrimonio.
La pandemia ha acelerado la necesidad de buscar nuevos modelos de hacer turismo, tanto para las empresas turísticas, como para los clientes. Aunque hay un anhelo generado por volver a viajar de manera física, esta situación nos ha enseñado a conocer nuestros lugares y patrimonio de una manera diferente gracias a la realidad virtual, y se está convirtiendo en una pieza angular para hacer turismo de manera más segura y sostenible en esta nueva realidad.
