Memorizar datos, convertirnos en autómatas almacenando información, no es algo que se nos de bien como especie. Toda la información que memorizamos con el único objetivo de aprobar un examen o conseguir una calificación se borra de nuestra cabeza instantáneamente. Nuestro cerebro es selectivo, sólo recuerda lo que quiere. Lo aprendemos para siempre es aquello que vivimos, las experiencias que nos emocionan nos marcan y de las que hemos sido partícipes.
Aprender de nuestra historia y nuestro legado sería mucho más fácil si lo hubiésemos vivido en primera persona. Volver al pasado es imposible, pero las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo enseñanza-aprendizaje abriendo un gran abanico de posibilidades que hace este proceso mucho más sencillo, dinámico y atractivo.
Las experiencias inmersivas, la variante digital del learning by doing
La realidad virtual y la realidad aumentada permiten el aprendizaje activo
Aquello que vivimos es de lo que realmente deja huella en nosotros. El learning by doing es una metodología en la que la práctica se impone a la teoría, aprender haciendo. Las experiencias virtuales inmersivas son la variante digital de este conocido sistema de enseñanza. La realidad virtual y la realidad aumentada son algunas de las tecnologías más importantes que hacen posible este tipo de aprendizaje activo.
Incluir estas experiencias en el aula es hablar en el idioma de las nuevas generaciones. Ellos están acostumbrados a ser usuarios de estas falsas realidades, o, mejor dicho, nuevos mundos virtuales, con los que interactúan en su día a día: videojuegos, cine en 3D, simuladores virtuales…
Conseguir trasladar este tipo de entornos al aula es hacer mucho más ricas las enseñanzas que los docentes quieren transmitir al alumnado. Los estudiantes dejan de ser sujetos pasivos que escuchan un relato que el profesor les narra, y empiezan a ser piezas claves en el desarrollo de esa historia. Esto favorece a la comprensión y asimilación de los contenidos de una manera natural por parte del alumno al haber conseguido despertar su interés, curiosidad y motivación viviendo la experiencia a otro nivel.
Distintos tipos de aplicación del aprendizaje inmersivo en el aula
Este tipo de experiencias tiene cabida en todo tipo de materias y disciplinas. Puede ser desde un complemento en el laboratorio para entender mejor un experimento científico; a una herramienta para transmitir mejor los conocimientos culturales: poder trastear reliquias sin romperlas, recorrer a través de tour virtuales lugares sin deteriorarlos y sin gasto económico, conocer los fondos marinos; o como herramienta para aprender idiomas a través de simulaciones reales que nos llevan a practicar y mejorar nuestras habilidades idiomáticas.
Dependiendo de los objetivos que quieran lograr los escenarios pueden ser muy diversos:
Juegos de rol: el alumno ocupa el lugar de personajes famosos y tienen que reflexionar y analizar eventos y decisiones del pasado.
Paseos virtuales por los monumentos en sus momentos históricos originales: poder dar un paseo por la Antigua Grecia viviendo y conociendo el patrimonio desde el contexto en el que se crearon.
Planteamiento de problemas reales: los alumnos discuten y debaten soluciones.
Convertir la enseñanza de nuestro patrimonio, legado y conocimientos en experiencia es la clave. Poder vivir el pasado de una manera virtual y formar parte de él gracias a las nueva tecnologías, como la realidad virtual o la realidad aumentada, lleva a una nueva dimensión el aprendizaje llegando al alumno de una manera natural, activa y mejorando la profundidad y experiencia en general.
